En el equipo que dirijo, me dedico a destacar visualmente los rasgos faciales de mis clientes — tanto con maquillajes como peinados — para que se vean y sientan únicas en sus eventos y a la vez se mantengan auténticas.
Me di cuenta que muchas clientes llegaban a mí con una experiencia poco disfrutada, pues se sentían con la cara pesada tras estar maquilladas y que parecían disfrazadas por el maquillaje.
Yo, en cambio, me dedico a destacar sutilmente los puntos que le favorecen naturalmente a la persona.
Me especialicé en maquillajes de bodas tanto dentro como fuera del país.
Por lo demás, también atiendo clientes para maquillajes sociales e imparto cursos de automaquillaje, entre otros.